Tiempo fuera,
necesidad indiscutible,
regalo merecido,
compromiso con uno mismo.
Maestros de otro modo,
en otra dimensión,
dando lugar a los otros,
a las cosas del corazón.
Rescatando lo cotidiano,
lo íntimo y personal,
vivir a otro compás,
la vida familiar.
Tiempo tan anhelado,
regalo para renovar,
para cerrar unas puertas
y a otras dar lugar.
Tiempo fuera,
en realidad para ir adentro,
para reencuadrar la vida,
en su sentido y valía.
Para saberse humano,
espiritual y trascendente
y no solo profesional
que mil labores ejerce.
Bienvenido este receso,
el descanso, el ritmo lento,
que este tiempo fuera
esté de alegría y paz, pleno.
Nora Liliana Vásquez Pérez