A los maestros de corazón noble,
que reconocen el valor de sus colegas.
A los gentiles y bondadosos,
que celebran como propios los logros de los otros.
A los cercanos y generosos,
siempre prestos a apoyar juiciosos.
A los que son compañeros
respetuosos,
libres de asomos de recelos impropios.
A los que son amigos de
labor,
desde actitudes genuinas de valoración.
No abundan, pero la vida
laboral colman
de esperanza y humanización.
que reconocen el valor de sus colegas.
que celebran como propios los logros de los otros.
siempre prestos a apoyar juiciosos.
libres de asomos de recelos impropios.
desde actitudes genuinas de valoración.
de esperanza y humanización.
Nora Liliana Vásquez Pérez