La escuela ha de ser un espacio de vida, de encuentro y de saber.
La escuela ha de ser dinámica, lúdica y afectiva.
La escuela ha de ser incluyente, multicultural y conciliadora.
La escuela ha de ser humanizante y democrática.
La escuela ha de ser creativa y emprendedora.
La escuela ha de ser una construcción, de quienes hacemos parte de ella y no una prescripción de quienes las normatizan.
La escuela ha de estar hecha de diálogo, oportunidad, participación, aprendizaje, convivencia, lectura, arte, investigación, deporte.
El valor de la escuela está su posibilidad de ser motor de cambios, lugar de sueños, proyecto de futuro…todo ello cuando quienes la conformamos, hacemos algo más que estar en ella: la conocemos, la valoramos, asumimos pensamiento, acción y reacción en bien de su transformación.
Hay que soñar una escuela nueva, una escuela esperanza…soñarla y construirla
¿Lo estamos haciendo?
Nora Liliana Vàsquez Pèrez