domingo, 12 de mayo de 2019

PARA ENSEÑAR

Para enseñar se necesita bondad,
una disposición interna
para aceptar al otro,
para acoger y abrigar.

Se necesita paciencia,
una actitud de calma
frente a los ritmos de los demás,
serenidad para esperar.

Se necesita fortaleza,
para no dejarse abatir,
por los tropiezos mil
que en la labor suelen surgir.

 Se necesita humildad,
para ponerse al nivel del otro,
y guiarlo no con  soberbia,
si no con generosidad.

Un corazón enriquecido,
al amor siempre dispuesto,
por la vida, por la educación,
la humanidad y el conocimiento.

Nora Liliana Vásquez Pérez