sábado, 31 de diciembre de 2011

¡ESTE AÑO SI!


El año que llega
sea el del sí,
para todo lo bueno
y que te haga feliz.

Si a la vida, si a la alegría,
la solidaridad, la entrega,
la dedicación, el esfuerzo
y alcanzar nuevas metas.

Si a las cosas sencillas,
el trabajo juicioso,
la amistad verdadera
y  a la familia unida.

Si a la honestidad,
las promesas cumplidas,
los sueños luchados
y la humildad sentida.

Si al perdón, al amor infinito
la gratitud constante,
al cuidado unos de otros
y la generosidad vibrante.

Feliz año 2012
tiempo para decir si
a todo lo que construya
y  al mundo  haga feliz.


Nora Liliana Vásquez Pérez



sábado, 10 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD



Bien valió la pena
todo el 2011 esperar,
para ganarse el derecho
de la navidad disfrutar.

No hay tiempo en el año
que se le pueda comparar,
por estar pleno de esperanza
y animar a la felicidad.

Los días  de diciembre
son de paz y tranquilidad,
de armonía, de disfrute,
de alegría y unidad familiar.

Este nuevo  mes decembrino
te  colme de gozo el corazón,
y te llene de motivos
para recibir el año nuevo, pleno de amor.

Nora Liliana Vásquez Pérez


lunes, 24 de octubre de 2011

DE LA REFLEXIÓN A LA ACCIÓN




El ejercicio de reflexión en torno a la educación, la escuela y el maestro hoy, planteado en el XII Foro Pedagógico de la Escuela Normal Superior Antioqueña y guiado por los aportes del Dr. Humberto Quiceno Castrillón y del Dr. Guillermo Echeverri Jiménez[1], permite plantear algunas conclusiones:
Ø  La escuela es lugar de encuentro con el otro y con lo otro, por tanto debe ser un espacio para la acogida, donde la palabra convoca a un banqueta de sabor y saber.
Ø  El Maestro brinda hospitalidad en la escuela, reta y moviliza; transmite lo valioso  de la cultura e insta a crecer, a avanzar, despierta el deseo de ser.
Ø  Asumirse como maestro es reconocer la misión de formar por encima de la instrucción, la vivencia de un ejercicio ético.
Ø  La educación en la escuela debe ofrecer lo diferente, lo valioso, lo que no està en la sociedad: lo ético.
Ø  Para pensar la educación hay que partir de pensarse a sí mismo, como parte de su entramado.
Ø  La formación de los actuales y futuros maestros ha de ser exigente y enmarcada en el valor de ser por encima de saber y hacer.
Valiosas reflexiones, hay que actuar ahora y de manera decidida...

Nora Liliana Vásquez Pèrez.  


[1] Las ponencias se publicaron en la Revista PENSAMIENTOS PEDAGÓGICOS Nº 6. Octubre de 2011

domingo, 28 de agosto de 2011

EL MAESTRO Y LA DIVERSIDAD CULTURAL



Edgar Morin, citado por Pérez Lindo (2010) expresa: “La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano”[1]  ¡Y el futuro es ya!, añado yo. Educar desde y para lo humano, humanizar la educación, en un contexto pluridiverso y multicultural, lo cual exige del maestro bondad, apertura, comprensión, una actitud incluyente. Hay que desaprender, dar vuelta al enfoque de la homogeneidad, de la uniformidad, ser capaz de aceptar la diferencia, vivirla y celebrarla.

La Pedagogía en su relación con la cultura, está llamada a acoger, a valorar, a propiciar encuentros, a reconocer, a defender, a vincular y/o perpetuar.
Un primer  paso será reconocer la condición  humana del maestro y su participación en la cultura como gestor y no solo como transmisor de la misma; he aquí otro reto en el campo docente.


[1] (2010) PÉREZ LINDO, Augusto. ¿Para qué educamos hoy?. Editorial Biblos. Buenos Aires.  Pág. 53

lunes, 15 de agosto de 2011

MAESTRO: CAMINANTE Y SEMBRADOR


Asumirse como caminante y sembrador ayuda como maestros a entender nuestra labor: hoy aquí, mañana allí.
“Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar..!  dice sabiamente la canción. Somos llamados a dar cada día lo mejor, esforzarnos por formar con pertinencia, poner el corazón en nuestra misión, sembrar el saber con mística y formar en valores con entrega total.
La satisfacción del deber cumplido ha de ser el resultado esperado, la tranquilidad de haber hecho todo lo posible en el cumplimiento del apostolado que se nos encomienda.
Lo nuestro es pasar dejando huella, marcando vidas, impulsando sueños. Lo nuestro es enseñar a los otros como aprender para ser y vivir mejor.
Nuestra cosecha es  a futuro, influimos en la eternidad suelen decir. Lo cierto es que como caminantes y sembradores ayudamos a otros a hallar su camino y sembramos para que otros disfruten de la cosecha, porque ese es nuestro premio, encontrar nuestra realización en la de los otros, ser felices ayudando a otros a ser.    
¿Avanzamos en el logro de este  cometido?

Nora Liliana Vàsquez Pèrez 

jueves, 2 de junio de 2011

ELOISA VASCO…UN LEGADO SIGNIFICATIVO


“Una larga vida y una larga experiencia me han llevado a entender que tenemos la tentación de llenarnos de palabras sobre la educación y por el camino de tantas palabras nos hemos extraviado y corrido el riesgo de sacrificar los sueños que inicialmente inspiraron las palabras. Proponemos que es necesario hacer un alto en el camino y nos reencontremos con nosotros mismos. Que cada uno de nosotros se pregunte por lo esencial de su sueño como docente y que se reencuentre con él.

Si la investigación es parte de ese sueño, hagámosla con seriedad y rigor; cultivemos el espíritu investigativo, sin pretender lo que él no puede dar; seamos honestos con lo que podemos hacer y aceptemos nuestras propias limitaciones; seamos respetuosos de nuestros alumnos y señalemos para ellos un camino que cada uno pueda transitar en su irrepetible individualidad. Estemos convencidos de que un maestro solamente puede señalar ese camino, y de que habrá cumplido su más alta labor cuando el discípulo siga adelante solo y el maestro se encuentre de regreso hacia el silencio”.

Eloísa Vasco Montoya
q.e.p.d

Sabias palabras desde el saber y la experiencia de una maestra modelo, que ha partido a la paz del Señor y ha dejado un legado, en el ámbito educativo de Colombia.
Comunicó su pasión por la enseñanza y compromiso con la investigación como un camino de transformación, se mostró siempre reflexiva y cercana.
En sus libros convoca a los maestros a darle altura a nuestro saber, a respetar  a los alumnos y a creer en el sueño de la educación. ¡Reconocimiento a tan grande maestra!
Ojalá fuéramos todos los maestros capaces de dejar tan honda huella en nuestro hacer diario, ganar el respeto de alumnos y colegas y hacer perdurable nuestro saber en bien de las futuras generaciones y  de los cambios educativos.
Pero lo que le merece el mayor reconocimiento es la humildad con la que asumió su proceso de aprendizaje y comunicación, su tarea formadora de maestros, esto se hace  evidente en la frase citada al inicio en la que deja claro su llamado a asumirse humano, vulnerable, en construcción y comprender la realización de nuestra tarea docente en el progreso del otro, en la autonomía plena del alumno.

¿Estamos los Maestros de la Normal, en sintonía con este llamado?

Nora Liliana Vásquez Pérez