También morimos los maestros,
nos enfermamos, padecemos.
Lloramos amores y celebramos triunfos,
vivimos la tristeza, evadimos
nostalgias.
Compartimos alegrías, coleccionamos
anhelos,
conservamos recuerdos, esperamos regresos.
Tejemos afectos, vivimos fracasos,
dibujamos sueños y buscamos cielos.
Somos humanos, no más que eso
frágiles y fuertes, seres con alma.
Sentimos, no somos de piedra,
personas con corazón, con vida
interior.
Nora Liliana Vásquez Pérez
El MEN desde las bases curriculares,
nos invita a ser agentes que creen
ambientes.
Experiencias sensibles, conectadas
con la vida,
en espacios significativos,
movilizadores y afectivos.
Conectados con la reflexión y
cuidadosa preparación,
docentes
problematizadores y no pasivos
observadores.
Articulando actividades rectoras
y ofreciendo a los niños vivencias
retadoras.
Atender desde la lúdica, la
integralidad
y animar participación de la comunidad.
Hacer de los niños el centro, sus necesidades
e intereses
guiándolos con pertinencia, respetando
su naturaleza.
Nora Liliana Vásquez Pérez
Nora Liliana Vásquez Pérez
Días de pocos estudiantes, grupo no
numerosos,
somos menos y hacemos más, para cada
uno hay lugar.
Tiempos de habla y
escucha que se pueden respetar.
los espacios se colman de sana tranquilidad.
contar con el espacio propio, contagia felicidad.
se da tan natural… hay
armonía, hay paz.
pulsaciones pausadas y
aprendizajes con calma.
ambientes escolares más humanos,
con mejores opciones.
De no atender al montón,
gestionando la congestión,
un ambiente escolar mentalmente
sano y motivador.
Nora Liliana Vásquez Pérez
Sujetos invisibilizados, matematizados,
a políticas estándar enfrentados,
fines deshumanizados.
Difícil pero necesario, no estar
adormilados,
resistirse, buscar escapes sensatos.
Movilizar sentires, pensamiento
transformador,
abrir rendijas a la humanización.
Colmar encuentros de bondad y sentido
sembrar valores y estimular latidos.
Construir un sistema desautomatizado,
que rescate al hombre y lo social
reforme.
Nora Liliana Vásquez Pérez
La escuela ha de ser consciente, no
indiferente,
propositiva no reactiva, crítica no
polarizada.
La escuela ha de ser memoria, no
noticia amarillista,
análisis no comentario, conocimiento
no opiniones.
No está llamada a ser
espacio de confrontación,
sí de diálogo civilizado, de
impulso, de cambio.
La escuela debe alentar la gran
trasformación,
la que anime formación de mente,
manos y corazón.
Educar en una ética de sana
convivencia
que a la vida de valor y a la justicia
razón.
Que acepte la pluralidad, construya
comunidad,
y a la política de sentido de
servicio y honestidad.
Nora Liliana Vásquez Pérez
Nora Liliana Vásquez Pérez
La inclusión como apuesta de la educación
actual,
una que acoja, que valore, que sepa
aceptar.
Se trata de crear vínculos, acercando
en la diferencia,
haciendo de la diversidad un punto
de convergencia.
Se propone dar cabida a la
singularidad,
dando a cada uno la posibilidad de
brillar.
Convoca a nuevas prácticas, de mayor
humanidad,
a relaciones de empatía y
hospitalidad.
Incluir es brindar a todos
oportunidad,
reconocer su valía y sus ritmos saber
siempre respetar.
Nora Liliana Vásquez Pérez
Los contagiados, los sanos, los
asintomáticos,
los de alternancia y los de casa.
Los conectados, los desconectados,
los indiferentes y los afectados.
Los comprometidos y los distraídos,
los pasivos y los atrevidos.
Fácil es agrupar para desagrupar,
lo difícil es formar conjuntos colaborativos.
Posible estar juntos, difícil estar
unidos,
más fácil hacer grupos, que armonizar
equipos.
Nora Liliana Vásquez Pérez
Educación en tiempos inciertos,
con mil temores inmersos,
época de pandemia y rarezas,
la escuela ante decisiones complejas.
Los maestros exigidos,
retados y convocados,
una vez más se nos reclama
para actuar en este panorama.
Nuestra misión continúa,
los retos no disminuyen,
se nos espera con fortaleza,
con pedagogía de emergencia.
El tiempo dará reporte
de nuestra respuesta y aporte,
la historia señalará
si nuestro compromiso dio la talla.
Nora Liliana Vásquez Pérez
