Educación para la vida,
sensible
y comprometida,
nuevos
liderazgos,
otros
ciudadanos.
Son
muchos los llamados
a
revisar que enseñamos,
a
revestir los currículos
de
esencialidad y sentido.
Equilibrar
lo técnico,
sin
descuidar lo humano,
formar
críticamente,
actuando
éticamente.
Contenidos
potenciados
en
su integralidad,
saberes
conectados
a
la realidad contextual.
Potenciar
lo ambiental,
lo
social, lo cultural,
lo
investigativo, lo creativo,
recuperar
lo vital.
Nora Liliana Vásquez Pérez