El estrés tema recurrente,
sensación permanente,
compañero continuo
de la profesión docente.
Son mil las tareas
inmensa la responsabilidad,
las tensiones variadas
los retos de no acabar.
Hay que tomarlo con calma
fortalecer lo espiritual ,
ser amigo del orden
y asumir serenidad.
Ama r lo que se hace
también puede ayudar,
ser muy positivo
y saberse rodear.
De calma, de paciencia
de disfrute y asertividad,
ser muy laborioso
y actuar con bondad.
Ejercer la labor
con amor y pasión
dando a cada cosa
su justo valor.
Nora
Liliana Vásquez Pérez
El estrés que adquirimos en nuestra labor docente es continuo por las diferentes responsabilidades que tenemos con nuestros pequeños, pero es el amor por la vocación la que nos hace sentir vivos y con alientos de enfrentarlo.
ResponderEliminarPapeles, papeles,
ResponderEliminarOrdenes y certificados, rápido que el tiempo se
Ha terminado,
Ya las firmaste y las entregaste?
Donde la ficha, donde el manual?
La reunión, ve a la puerta, un
Padre llama,
¡Incoherencia!
Profesora, la tarea,
¿Y le blog lo revisó?
¿Tiene tareas? ¿Enfermería?
El teléfonooooo, papelería,
Martes de prueba, clases, tareas, planes de area,
¡Eso no espera!,
La auditoria, nuevo estudiante,
Ya tiene listo su planeador?
No haga eso, hágalo ya,
La reunión…
¿Dónde va a estar?...
Felicidades, ya se graduo…
Y su estudiante…
¿Lo conoció?
El estrés es un proceso natural del cuerpo humano, que genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes, que requieren una movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para hacerles frente, y que a veces perturban el equilibrio emocional de la persona.
ResponderEliminarA todos nos toca la puerta y es allí donde nuestro equilibro debe ser mayor, pues nos invita a hacer un pare y reorganizar nuestro proyecto de vida.
¡El estrés!... ¡el mejor amigo de la rutina!
ResponderEliminartan amigos son que sólo enferman...
tan amigos son que viven en la oscuridad, el desconocimiento y matan la creatividad...
son tan amigos que entre ellos se convierten en causa y efecto el uno del otro.
y tan poderosos pueden llegar a ser que nos cierras las puertas a las posibilidades del éxito laboral, formativo y sobre todo del ser humano para proyectarse, vivirse y valorarse.