El
Maestro ser humano,
que
requiere de descanso 
apartarse,
sosegarse
hacerse
a un lado y cuidarse.
En
tan especial  profesión
en
la que se pone toda emoción,
donde
se trabaja con el ser
y
se pone el corazón.
Se  requiere de tiempo fuera 
hacer
un alto y refrescarse,
para
descargarse
e
intentar  armonizarse.  
El
tiempo adicional
de
envidiadas vacaciones
son
un espacio valioso
para
rehumanizarse.
Relajarse,
despejarse
avivar
lo espiritual 
y
para reiniciar la labor 
cuidadosamente
prepararse.
El
Maestro ser humano 
frágil
y vulnerable,
pero
comprometido 
con
una misión muy grande.
Por
lo que las vacaciones 
llegan
siempre con el llamado 
a
renovarse por  dentro 
y
 así revitalizarse. 
Nora
Liliana Vásquez Pérez  
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