Cuando ya se han tejido
las tiernas complicidades,
las tiernas complicidades,
los acuerdos van en marcha
y el ambiente es familiar.
Se han regularizado tiempos,
domesticado voluntades,
el lenguaje es común
y en el corazón está instalado.
El año está acabando,
se están asumiendo cierres,
preparamos despedidas
y balance general.
Hay que dejarlos ir
y seleccionar las memorias,
asumir el desapego,
impulsarlos para el cambio.
El preescolar no es eterno,
son nuestros niños un tiempo,
quedan en el recuerdo
logros y momentos.
Huellas que se quedan
emoción y sentimiento,
a esperar otros niños,
recomenzar el proceso.
Se hizo lo posible, no lo necesario,
el pasado ya es pasado
no hay más que darles
alas
para que sus sueños vuelen alto.
Nora
Liliana Vásquez Pérez
Las despedidas, en todo ámbito de la vida están acompañadas de tristeza, pero a la vez de esos lindos recuerdos que permanecerán en nuestros corazones, recuerdos que cada día serán la motivación para comenzar de nuevo.
ResponderEliminar"Cuando ya se han tejido tiernas complicidades" que dulce manera de contar esas mil historias de amor que ocurren entre los niños y su maestra... Hermoso leerte profe Nora❤️
ResponderEliminarCada año pasa demasiado rápido dejando huellas en cada persona que acompañamos
ResponderEliminarLa despedida es gratificante cuando en ese mismo espacio se ven crecer y esas maestras de preescolar siempre seguirán siendo importantes, porque tal huella es imborrable
ResponderEliminarHoy compartí tu poema con mi grupo en la clausura, logró conmovernos y sacarnos una lágrima. FELICITACIONES.
ResponderEliminar" Asumir el despego
Impulsarlos para el cambio" ��