En el aula procuremos 
un espacio de paz, 
que a sanas emociones
de posibilidad. 
La inteligencia emocional,
siempre favorecer,
estimulando el control 
y la adecuada expresión. 
Convocado el maestro 
a ser referente,
a buscar empatía
y posibilitar simpatia. 
Ser espejo de ecuanimidad,
alegría transmitir, 
animar la convivencia,
con gusto compartir.. 
Dar a los niños oportunidad 
de estar en sintonía
y con  equilibrio, 
construir  cercanía.  
Generar en el aula     
un ambiente de tranquilidad,
de calma, de respeto 
que contagie a todos,serenidad. 
Fácil no es, en el contexto escolar 
valdrá la pena al menos intentar,
para que aprender sea mas fácil 
y se enriquezca la salud mental.  
Nora Liliana Vásquez Pérez
Siempre será posible intentarlo, el maestro deja huella no por lo que hace, sino por lo que es y las veces que lucha por aquellos que le fueron asignados. Un verdadero maestro deja un legado de vida. Como tú
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