“Si no os hacéis como niños,
no entraréis al reino
encantado de la pedagogía”
Freinet nos decía.
Su invitación al Maestro
a revivir su infancia, a no olvidarla,
es el llamado a ponerse en el lugar del niño
para actuar con pedagogía.
Reconocer su desarrollo,
sus posibilidades,
sus características,
sus potencialidades.
Comprenderlo, no imponerle
lo que no le es propio,
leerlo como un texto,
a él y a su contexto.
El infante como sujeto,
como ser pensante,
lúdico y afectivo,
sensible y creativo.
El
niño como ser integral,
en todas sus dimensiones,
para formarlo con pertinencia
en sentimientos, pensamientos y acciones.
El niño como ser dinámico,
ávido de conocimiento,
como aprendiz comprometido,
investigador activo .
Cada día es un reto
cuando el maestro
quiere educar a los niños
con
calidad, sin pretextos.
Nora Liliana Vásquez Pérez
El reto del maestro está planteado en conocer qué clase de alumno tiene en su aula, pero preparado para potenicalizarle el ser, hacer, saber, aprender y convivir.
ResponderEliminarNo basta con ser maestro, es necesario estar convencido y ser testimonio.