La escuela igual alegra y preocupa,
emociona y aletarga, agrada y empalaga.
emociona y aletarga, agrada y empalaga.
Ofrece esperanza y desesperanza,
situaciones de todos los colores,
estando dentro se anhela
salir
y desde fuera se reclama con nostalgia.
Que extraña sensación y paradoja,
por momentos queriendo
estar
y otros tantos anhelando dejar.
La escuela está plena de contrastes,
de intensidades y desafíos,
por eso es difícil contarla,
requiere ser vivida conectada al alma.
Nora Liliana Vásquez Pérez